El brote de una bacteria en el 12 de Octubre pone de manifiesto a la Comunidad y a la dirección del hospital

La Sanidad madrileña vuelve a ser noticia de todos los periódicos. Por desgracia, y como viene siendo habitual, no son buenas noticias. Sin embargo, está vez la cosa ha ido un poco más allá y ocupaba la portada indiscutible el pasado día 11 de mayo. Los titulares rezaban del siguiente modo: "Una bacteria causa 18 muertos en un hospital de Madrid" (El País) o "El doce de octubre tardó dos años en acabar con una bacteria que mató a 18 pacientes" (El Mundo)
En resumen, lo sucedido es lo siguiente. La cepa de la bacteria Acinetobacter baumanii (multirresistente a los antibióticos y muy peligrosa para las personas con el sistema inmunológico deprimido) hizo su aparición en la UCI del hospital madrileño 12 de Octubre hace dos años. Desde entonces, en total, se han visto afectados 252 pacientes, de los que 101 han fallecido. Según la investigación, en 18 casos "la muerte fue atribuible a la bacteria" y, en los demás pacientes ya muy graves, fue "un elemento contribuyente, pero no determinante".
Seguramente hayan oído o leído la noticia, aún así veamos una pequeña crónica para entender cómo sucedieron los hechos. Hace casi dos años, el 16 de febrero de 2006, la UCI del hospital 12 de Octubre comenzó a diagnosticar los primeros casos de infecciones por Acinetobacter. Tres casos similares hicieron saltar las alarmas aunque la situación acaba considerándose "preocupante, pero bastante frecuente". Los meses pasan y en el verano de ese año, durante varios días, algunos enfermos de la UCI presentan los mismos síntomas y el hospital madrileño emprende cierres parciales del servicio, aprovechando el periodo estival y el descenso de actividad propio del tiempo. A finales de 2006, el sindicato CC.OO. denuncia ante la dirección con un escrito "el riesgo para la vida de los pacientes" alegando que los trabajadores no disponen del material mínimo necesario para garantizar la atención adecuada. El tiempo va pasando. En marzo de 2007 la dirección del hospital niega que exista un brote, al continuar aumentando las infecciones en la UCI. Llega el verano y el 12 de Octubre toma la decisión de derribar la Unidad de Cuidados Intensivos y construirla de nuevo, como medida de freno al brote por Acinetobacter. Y así llegamos a la actualidad: mayo de 2008, los médicos del hospital presentan la conclusión de sus investigaciones en un congreso médico. La Comunidad de Madrid y el centro médico siguen negando que se hayan producido muertes causadas por la bacteria.
Tras conocer, aproximadamente, el suceso muchas cuestiones quedan en el aire. ¿Por qué no se actuó antes para frenar el brote? ¿Cuáles son las causas de esa situación? Para la primera pregunta no hay respuestas aún, ya que la dirección y el gobierno de la Comunidad de Madrid continuan desmintiendo la existencia de brote alguno. Sin embargo, la segunda cuestión podemos tratar de deducirla de la situación que vive el hospital, sanitariamente hablando, desde hace unos años. Ya en 2004, la plantilla de trabajadores denunció la falta de medios humanos y materiales en la UCI. Tras comenzar el brote Comisiones Obreras se hizo eco de todas estas quejas y exigió a la dirección que se cumplieran los requisitos mínimos para una adecuada atención. Sin embargo, tal y como explica Enrique Orsi, delegado del sindicato, "la actitud de la dirección siempre fue negarlo todo". Además afirmó que cuando les decían que lo mejor para evitar infecciones era acabar con la falta de personal "negaban que hubiera falta de personal".
Hace menos de una semana, en este mismo blog, hablábamos del estado de la Sanidad madrileña y de la organización de una huelga en protesta por ese estado. Pocos medios se hicieron eco de la noticia. Sin embargo, con ésta queda patente que no es un tema aislado del que no hace falta hablar, que no nos afecta. Por suerte o por desgracia, los servicios médicos públicos son algo cotidiano que, más tarde o más temprano, todos acabamos teniendo que utilizar. Luchemos porque, cuando nos toque, estén lo mejor posible.